Efecto boomerang
Una vez frustrado el intento de tomar la administración de América Televisión y destituido el Ministro de Justicia, corresponde descubrir los reales motivos del indulto concedido y dejado sin efecto por el Presidente García.
A continuación algunas hipótesis al respecto y las repercusiones de las acciones tomadas por el gobierno.
El Grupo El Comercio es, en efecto, un grupo multimedia poderoso que cuenta con exitosas empresas de comunicación. Estas realizan una labor fiscalizadora en sus diferentes espacios periodísticos e influyen en la vida de las personas. El Grupo cuenta con diarios y publicaciones, así como medios audiovisuales donde se exponen diferentes líneas a de pensamiento, las cuales incluso no siempre coinciden entre sí. Existe a su interior hoy en día un consenso en torno a la importancia de mantener vigente el sistema democrático y la más irrestricta libertad de expresión.
De ahí que para un gobernante que está de salida y a cuyo gobierno se investiga como se debe, un medio poderoso e independiente le resulte cada vez más incómodo. Solamente eso puede explicar la maniobra gubernamental-privada destinada a tomar por asalto América Televisión.
Quizá los asesores de García pensaron que podían matar dos pájaros de un tiro: a El Comercio debilitándolo a través del despojo del canal 4 y a Alejandro Toledo, formando una comisión investigadora que cuestione su accionar como Presidente en un tema tan sensible como la libertad de expresión. Y hacerlo les habría parecido relativamente sencillo pues alegarían que actuaban con la misma legitimidad con la que Shutz recuperó el control de Panamericana.
La cercanía de las elecciones generales, la posibilidad de que Alex Kouri gane las elecciones municipales y el hecho de que los fujimoristas se puedan convertir en la fuerza política más importante del país en el 2011 parece haber obnubilado a los estrategas palaciegos.
Sin embargo, parece que no advirtieron que el Perú no es más el país que tuvimos hacia fines de los noventa. Los actores políticos y sus operadores han cambiado. El sistema político y judicial también lo ha hecho. La correlación de fuerzas es distinta y la posibilidad de recomponer un grupo vinculado y reunido por lazos delictivos es cada vez más remota.
Hay que saber distinguir y es necesario entender que muchos de los que antes estaban juntos ya no lo están más. Es difícil encontrar coincidencias hoy entre un Crousillat prófugo y una Keiko candidata, como lo es buscarlas entre un Kouri alcalde y un Montesinos preso. Si bien los une un pasado en el que fujimoristas, independientes y también corrompidos empresarios defendieron a Fujimori y a su gobierno, han pasado ya diez años y el tiempo no pasa en vano. Cada uno asumió las responsabilidades por los actos que cometió y cada uno siguió su camino, cada uno a su estilo. Pensar que un reencuentro y trabajo conjunto pueda darse hoy, de cara a las elecciones, es posible, pero algo complicado.
Si bien cada grupo político buscará aliados estratégicos que los apoyen y existe afinidad entre ciertos empresarios que controlan medios de comunicación y determinados grupos políticos, hay algunos personajes que por la gravedad de los actos que cometieron han quedado fuera de circulación y sin posibilidad de retornar. Y es que han sido sancionados no solamente por el Poder Judicial, sino por la opinión pública. Crousillat es uno de ellos.
Es tan importante el operativo llevado a cabo y desarticulado a tiempo que parecería que todo es fruto de una estrategia elaborada en la Base Naval, donde Montesinos, a través de sus colaboradores, sigue operando.
Lo acontecido con el caso de la pretendida toma de América Televisión ha puesto en evidencia una vez más lo incómodo que le resulta al gobierno la existencia de una prensa poderosa e independiente, que vigila y fiscaliza como ninguna entidad oficial lo hace. El efecto de lo realizado ha sido como el que produce un boomerang. El gobierno ha perdido credibilidad y confianza y se ha debilitado, mientras que la prensa ha salido fortalecida.
Sin perjuicio de que uno pueda discrepar o coincidir con lo que se expone en América Televisión, lo cierto es que en situaciones como ésta es en donde la gente vinculada a la prensa debe tomar posición.
Antes de culminar este texto se había oficializado el nombramiento de Víctor García Toma como nuevo Ministro de Justicia, decisión acertada del gobierno y señal de que se corregirían las desinteligencias de los últimos días.