Oyón-Churín: La antítesis de Conga
Este domingo se inauguró la carretera Oyón-Churín, obra que demandó una inversión de 99’983,463.57 soles y tiene una extensión 29,15km. Esta obra es el primer tramo asfaltado de lo que muy pronto será el Gran Corredor Económico Perú – Brasil, el cual tiene como inicio los valles de Cañete y Huaura con destino final en la ciudad de Cruzeiro do Sul (Brasil).
Esta carretera es importante por varios motivos: (i) es una demostración real de que cuando el Estado, las empresas privadas y la sociedad civil organizada trabajan juntos, todo es posible, (ii) es la primera carretera que nace desde la sierra hacia la costa, conviertiéndose en una verdadera obra de inclusión social y (iii) es una obra que forma parte de un nuevo Corredor Económico que plantea integrarnos más a Brasil.
La primera vez que en la que se mencionó la importancia de esta carretera fue en el discurso oficial de 28 de Julio de 1942, en el que el Presidente Prado ante el Congreso de la República, declaró el interés en la construcción de la misma. Desde entonces en innumerables oportunidades diferentes gobiernos, Presidentes de Comités de Desarrollo y candidatos ofrecieron y hasta garantizaron asfaltar la carretera, sin logros concretos.
Es recién cuando las empresas mineras Buenaventura, Raura y Los Quenuales, que operan en la zona, deciden llevar adelante esta obra de la mano del pueblo y las autoridades, cuando se pone una fecha real para el inicio y la finalización de la misma. El impulso para que la obra se haya hecho realidad fue hecho por todos: comunidades, alcaldes distritales, el alcalde provincial, el Presidente Regional y el Gobierno Central. Todos colaboraron: unos con los estudios, otros con los fondos, otros con los terrenos y finalmente la obra se hizo realidad.
La ejecución de esta carretera en un tiempo record es el fruto exitoso de la articulación entre el Estado, las comunidades y las empresas privadas, en donde a través de un Acuerdo Público–Privado-Social las compañías mineras Buenaventura y Raura se comprometieron a financiar los estudios de los tramos carreteros Huaura – Sayán – Churín y Rio Seco – El Ahorcado Sayán. Además, Buenaventura, Raura y Los Quenuales se comprometieron en financiar los estudios completos de la carretera Churín – Oyón y ejecutar la obra del asfaltado de un tramo de esta carretera.
Cabe resaltar que la primera piedra de la carretera Churín – Oyón se colocó el 15 de Noviembre de 2009, lo que hace que su construcción haya sido concretada en tiempo record.
La carretera Churín – Oyón traerá consigo muchos beneficios a todas las comunidades involucradas. Ya que, como parte de las carreteras que integran a las regiones y al país, además impulsar el turismo, también propiciará un “boom comercial”, porque facilitará un mayor comercio de los productos en el mercado interno, y - una vez que se concrete el corredor económico Cañete – Huaura – Sayán – Churín – Oyón – Yanahuanca – Ambo – Pucallpa – Cruzeiro do Sul – se podrán exportar los productos locales al gran mercado brasilero. De esta manera este proyecto fomentará el intercambio comercial e impulsará el desarrollo socio-económico de sus poblaciones.
Con esta obra todos ganan: la población, las empresas mineras, el turismo, el desarrollo. Esta es la forma de trabajar para sacar adelante el Perú.
Ojalá que en el caso Conga, donde no hay aún un diálogo que permita que todos ganen, se pueda, con esfuerzo y creatividad, trabajar para el desarrollo de los pueblos. El caso Oyón-Churín es un ejemplo a imitar y es la demostración palpable de que la Responsabilidad Social Compartida, esta donde empresas, Estado y sociedad organizada cumplen sus roles y se apoyan entre sí, en una realidad en el Perú.
Ha sido un honor haber participado en este trabajo, de la mano de empresas y de autoridades responsables, colaborando en la articulación de este esfuerzo compartido. Gracias a Rafael Valencia Dongo, Presidente de la ONG FADRE, por la confianza depositada y gracias a Arturo Floríndez, gran colaborador y coordinador de la inauguración. También las gracias al equipo del Grupo Estrategia, especialmente a José Manuel Saavedra y a Mónica Seminario por todo su apoyo.
Lima, Febrero de 2012.